domingo, 19 de enero de 2014

SI NO SUFRO QUIZÁS... NO LO DESEE TANTO COMO LAS QUE SUFREN???

¡¡¡Muy buenas!!!

Hoy os dejo el testimonio de una mujer con muchos recursos y llena de vida, que en el camino para lograr ser madre se encontró con éste pensamiento que le limitaba en su objetivo: 

"Si no sufro para conseguirlo quizás no lo desee tanto como le resto de mujeres que sufren"

Espero que éste testimonio ayude a todas las mujeres que se encuentren en esta situación.

Es lógico que cuando llega una noticia inesperada como la infertilidad nos duela, y cada una decidiremos qué vamos a hacer y cual va a ser nuestra actitud.

Una vez metida en los tratamientos de reproducción asistida, cuando llega un negativo duele, ¡cómo no va a doler!;
El dolor forma parte de la vida, pero el sufrimiento es opcional.

Sufrir no significa que quieras ser más o menos madre, sufrir es una opción como lo es sacar tu máximo potencial en el proceso para después poder dárselo a tu hijo o hija.

Somos muchas las que cogemos la infertilidad, la observamos, aprendemos lo que nos quiere enseñar y sacamos todo nuestro potencial para llegar a la maternidad integras, llenas de vida y felices.

Ella es la protagonista de hoy y su testimonio, que lo disfrutéis:



Cuando el camino de la maternidad se complica, la mayoría de las mujeres lo viven desde el sufrimiento.

Yo he llegado a éste objetivo después de hacer muchas cosas y con otros proyectos a la vista, y aunque el más importante de todos es ser madre, los sucesivos fracasos que he tenido no han logrado hundirme ni hacer que el resto de mi vida pierda su interés.

Esto, que es algo positivo, en ocasiones me ha hecho dudar de si de verdad yo quería tener un hijo o si lo deseaba igual que el resto de las mujeres que lo están pasando mal.

La sesión de Coaching con Carmen me ha hecho reconciliarme con mi alegría.

Me ha permitido tomar conciencia de que el dolor no está asociado a ningún proceso y reconocer que mi actitud es un regalo que me da la vida, que me ha dotado de recursos para tener la fuerza suficiente y lograr mi propósito.

También me ha ayudado a identificar el momento en que aparecen estas creencias negativas y a deshacerme de ellas.

Y en los pocos días que han pasado desde la sesión, ya me las he quitado de en medio en varias ocasiones.

Parece que funciona...Ya sólo queda que llegue el embarazo, pero no quiero perderme el resto de mi vida esperando éste momento.
Quiero ser feliz antes, durante y siempre.
Gracias, Carmen.
Me hiciste un fantástico regalo de Año nuevo.
Carmen

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